¡La salvación es un regalo de Dios, el plan que Dios ha diseñado para que el ser humano alcance el cielo!
Este plan se ilustra con el diagrama de abajo, explicado en el libro del mismo título. Aún a riesgo de parecer simplista, gracias a esta presentación gráfica, integral y comprensible, es posible captar de un sólo vistazo un tema tan amplio y la relación entre sus partes, haciéndolo asequible para todas las edades y culturas.
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El tema se desarrolla en siete capítulos:
También es posible usar este libro como material de estudio en grupos. ¡Descárgalo gratis!
En resumen...
El libro aborda el tema del camino ancho y el camino estrecho:
El hombre perdió su estado de inocencia en la caida. Esto originó una ‘pared’ de separación entre el Dios santo y el hombre pecador. El camino ancho corresponde a una vida centrada en el ego, rechazando la salvación que ofrece Dios, y nos aboca a la perdición.
El camino estrecho nos lleva a la salvación. Dios en la eternidad decidió enviar a su Hijo (el Verbo encarnado) al mundo y así lo anunció a través de los profetas. El Cristo esperado nació hace dos mil años, murió en expiación por los pecados y abrió de este modo una brecha en ‘la pared’ de exclusión.
No son las buenas obras las que nos permiten pasar por la puerta estrecha sino el arrepentirse y creer en Cristo como único mérito para el cielo. Los que lo hacen, reciben la salvación eterna e inician una nueva vida, esta vez sí, de buenas obras. Y con las fuerzas del Señor ascienden por la 'escalera de la santidad' para avanzar en una vida de servicio cristiano.
En el juicio final aquellos que hayan prefirido el camino ancho serán juzgados por sus obras y retribuidos por sus pecados; mientras que los que pasaron por la puerta y avanzaron por el camino estrecho recibirán su recompensa y aquellos que hayan descuidado el servicio estando en vida, no recibirán mayor galardón.
¡El Evangelio nos invita a creer en Cristo para recibir la salvación y vivirla!